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De corazón Abundante (1º parte) - por Alejandro Edgar Ansa

En uno mas de nuestros encuentros con mansillenses destacados, obtuvimos la oportunidad de enfrentamos a una autentica fuente de conocimientos de nuestro pueblo. Hacemos referencia al Sr. Orlando Reato que gentilmente recibió a quien escribe y a Noemí Zampieri, para desandar en una amena charla los recuerdos de su infancia, adolescencia y juventud. El resultado de esa tarde de fines de febrero se expresa en las palabras que se transcriben a continuación:

¿Donde nació Orlando y donde paso los primero años de su infancia?

Nací en una casa en el campo, pasando el “Puente de Fierro” sobre el Arroyo Clé, de la que ahora quedan solo unos restos. Ahí viví hasta los 5 años de edad. Luego mi familia se trasladó a Gobernador Mansilla a la casa en que antiguamente fue una cooperativa agropecuaria, en una esquina de San Martín cercana a las vías de ferrocarril. Una construcción de fines del 1800 que construyó un tal Falcón para instalar una tienda. Venimos ahí en el año 1934, cuando la cooperativa que funcionaba en ese lugar se fundió y como de pago de la cosecha de mi familia, que eran colonos, entregaron el edificio a mi abuelo Cristian Reato. ¡No quedaba otra cosa más!

¿Además de su familia sabemos que vivía alguien mas con ustedes?

Nos acompañó la Sra. Mercedes Duré de Giovanetti, una dama de la Ciudad de Gualeguay que había venido a Mansilla como institutriz de la Familia Burman, propietarios de gran parte de la cuadra de Francisco Beiro entre San Martín y Carmen de los Santos. En esos años se acostumbraba, quien podía solventar los gastos, tener una persona dedicada a la educación. Después la posición económica de esta familia decayó y no se como habrá coincidido con mi padre Hermenegildo, pero la verdad es que Doña Mercedes se instaló a vivir en nuestra casa hasta el fin de sus días.

¿Y a que se dedicó esta señora en esos años?

Verdaderamente le gustó Mansilla y dedicó mucho esfuerzo al pueblo. Fue la promotora de esa obra ciclópea que fue la construcción del originario Hospital, junto a la Sociedad de Damas de Beneficencia, que gracias a la gran caridad de la sociedad mansillense. En nueve años levantaron un pabellón pintoresco con estilo de chalet, donde años después de la ampliación de las instalaciones funcionó la maternidad.

¿Fue también su institutriz?

A mi me enseñó los primeros versos. Ella no era maestra, pero su capacidad para la enseñanza era notable y totalmente especial. Me enseño a leer y a escribir, sacar cuentas de sumar, restar, multiplicar y dividir hasta por el número cinco. Gracias a su trabajo puede entrar directamente en segundo grado, por que rendí libre.

¿Y sus estudios después de la Escuela 8 donde continuaron?

Continué en Gualeguay, en la Escuela Normal Mixto de Maestros “Ernesto A. Bavio”, me quedaba en una pensión y allí estuve cinco años de mi adolescencia. Me recibí con un promedio de 8,87, junto con otros cuarenta nuevos maestros. Éramos solo 8 varones, ¡el resto todas mujeres! Junto a mi Chichita fuimos de los primeros maestros de Mansilla.


¿Qué recuerdos le quedan de aquellos años?

Guardo un cariño muy bonito por Gualeguay. Fueron muchos años donde hice buenos amigos, compartí muchos años en la Acción Católica un ambiente muy lindo. Extrañaba mucho mi familia y mi casa, me fui con 13 años. Volvía seguido en el tren, muchas veces en el de carga, por que no coincidían los horarios. Generalmente viajabamos en el vagón de cola, junto con los guardas. Una vez tardamos 7 horas de Gualeguay a Mansilla, en cada parada tenían que bajar o subir muchísimas cosas. Pero seguramente fueron viajes muy pintorescos.

¿Qué actividades desarrollaba en la Acción Católica?

La vida en este ámbito tenía aspectos duros, muy formadores. Se hacían obras de caridad, se visitaban en los fines de semana los enfermos en el hospital San Antonio. Verdaderamente ahí conocí el dolor, fueron años muy formadores del temple para un joven. Muchas veces compartimos la muerte de enfermos solos juntos al padre Kremer y las hermanas de caridad.


Continuará...

2 comentarios:

ken dijo...

hello...nice blog....
do pay my blog a visit and visit my added artiles....
have a nice day

Anónimo dijo...

Aprovecho la oportunidad que uds. me brindan, para felicitar a mi distinguido amigo Orlando Reato, por el reportaje que se publica en vuestro espacio.

Abusando de vuestra generosidad, agradecería a Orlando si puede hacerme llegar su testimonio escrito, sobre el maestro Roberto Epele , ya que se está realizando un video sobre el mismo.GUSTAVO GANDINI