“EL ESPÍRITU DE DIOS” – Por Orlando Reato

A la Memoria del Padre Eduardo Roberto Baffico (09/08/1918 - 25/07/2007)

Dios nuestro Padre Creador, nos infundió su Espíritu en el Alma que tenemos. Nuestra existencia está, porque Dios nos inspira la Vida que nos llevará a El.

Hay veces que el Espíritu de Dios se nos manifiesta con más intensidad o nuestra Alma está más dispuesta a recibirlo.

Son Almas llamadas de privilegio pero es un camino que nosotros hemos elegido. Tenemos las dos inspiraciones, la Inmaculada de Dios que nos llena de BIEN y la malísima inclinación al MAL que nos inspira Lucifer y su tremenda fuerza espiritual. Nosotros elegimos, por eso tenemos el Juicio Final en Dios que nos condena o nos premia.

Ahora me tengo que referir a una persona que entregó en vida su Alma a Dios, con Fe brindando todo amor y caridad.

Se llama Pbro. Eduardo Roberto Baffico quien llegado al ministerio sacerdotal muy joven, la inspiración Divina lo impulsó a entregarse a la voluntad de Dios y con total Humildad vivió esta vida temporal haciendo el Bien a todos sus semejantes sin distinción.

Hacía el Bien por el Bien mismo, no teniendo en cuenta nunca las debilidades humanas que a todos nos acompañan y muchas veces nos destruyen.

El Padre Baffico, donde había un dolor se acercaba a el, para ver si en algo podía mitigar la pena.

Inició su vida ministerial en Gualeguay -Entre Ríos- siendo muy joven.

Ya demostraba su cariño cristiano por la juventud y su dedicación a los enfermos. No solamente quería la curación física de los enfermos que visitaba, sino que llevaba la palabra de Dios para su Alma y el consuelo espiritual.

Recorrió por Santa Obediencia, muchas iglesias y capillas donde se le ordenaba su atención.

Estuvo en Lucas González muchos años como Párroco y Rector del Colegio Comercial que pertenecía a la Iglesia.

Así después tuvimos la gran suerte de recibirlo en Gobernador Mansilla, el pueblo del Departamento Tala y Provincia de Entre Ríos, donde el que escribe vivió y sigue viviendo, y acá siguió su mismo camino de hacer caridad y repetir la palabra del Espíritu a toda la población. A pesar de tener problemas para caminar por un grave accidente que tuvo, donde lo precisaban estaba brindando siempre su palabra y su consejo de bien.

Dios lo quiso llamar este 25 de Julio de 2007, para que esté junto a El, como tantos bienaventurados que ya lo acompañan.

Que Dios Todopoderoso lo premie con el mérito de la Gloria de los Justos. Desde aquí te ofrezco mi plegaria descansando en Paz para toda la Eternidad. Que su alma y las almas de todos lo difuntos descansen en Paz.