Campamento Educativo – por Alejandro Edgar Ansa

Caminatas, actividades y juegos, que se resumen en experiencias de vida que irán a parar al arcón de los recuerdos de un grupo de adolescentes y de todos aquellos que participamos junto a ellos. Estoy refiriéndome a la propuesta educativa que, desde el Departamento de Educación Física del Instituto Parroquial Mansilla, se llevó adelante durante los días jueves 18 y viernes 19 de octubre.

Los destinatarios de este campamento, alumnos del 3º año del IPM, desarrollaron las distintas actividades que se propusieron desde el cuerpo de docentes, en especial aquellas que surgieron de los profesores de Educación Física. Bajo la coordinación del Rector de la institución y la colaboración presta y gentil del resto de la comunidad educativa se pudo completar el programa previsto con total normalidad.

El marco de las instalaciones rurales del Sr. Darío Marozzini, abuelo de una de las alumnas de 3º año, fue el espacio adecuado para desandar los tiempos del “compartir”. Distante unos 7 Km. de Gobernador Mansilla el establecimiento recibió a los “gurises” tras una caminata iniciada muy temprano en la mañana del jueves.

Recorrido y llegada de los campamentistas (AEA Imágenes)

Las condiciones meteorológicas imperantes posibilitaron disfrutar del fresco aire matinal, mientras que se realizaban las primeras actividades. Así se sucedieron el reconocimiento del sitio, el armado de las carpas, cocina y sanitarios, la confección del inventario, la realización del diario, la charla de primeros auxilios, la preparación de la comida y la limpieza de los enseres y utensilios.

Preparación del campamento y almuerzo (AEA Imágenes)

Por la tarde llegaron la caminata hasta el arroyo y los juegos grupales, la práctica de primeros auxilios, las actividades literarias, entre otras actividades planeadas para ocupar cada uno de los tiempos de este campamento educativo. Durante la noche la cena, después el fogón y los juegos nocturnos de orientación.

Juegos y Actividades recreativas (AEA Imágenes)

El regreso empezó luego del mediodía del viernes, con el cansancio lógico del haber transcurrido las ultimas horas con un cronograma de actividades que poco tiempo dejaba librado al ocio.

El espíritu de colaboración permitió que todos, en la medida de sus posibilidades y capacidades, lograran trasponer barreras estableciendo lazos de comunicación y afecto que seguramente perdurarán y se acrecentarán en los días venideros.

Desde la Institución el agradecimiento esta destinado a los que posibilitaron la concreción de esta iniciativa, no solo desde la colaboración sino también desde la participación activa en su realización. Y un ¡Gracias! muy especial, para los chicos que supieron responder con su total predisposición y compromiso, aportando toda la diversión y frescura de su tierna adolescencia.