Desde la noche del viernes hasta las primeras horas de la mañana del sábado se registraron más de 220 milímetros de agua caída, en consecuencia una fracción más que importante de la población se inundó.
Hace unas semanas atrás, también se habían producido casos de viviendas anegadas, pero en la madrugada de hoy, el número de damnificados fue ampliamente mayor, así como la cantidad de agua que invadió las casas, llegando en algunos sectores hasta medio metro de altura.
Es de lamentar que sucedan fenómenos de esta naturaleza.
Si bien, todos sabemos que hay un marcado cambio climático, con más razón aún se debería considerar y abordar el tema con seriedad, a fin de prever, desde una adecuada planificación, aquello que redunde en beneficio de los vecinos y no en su detrimento.
Se han construido cordones cuneta que igualan o superan el nivel de las viviendas y que no escurren correctamente, enripiados que están a mayor altura que las calles asfaltadas, e incluso se enaltó la calle Pedro Lucero, oficiando de una suerte de defensa, que no permite el adecuado drenaje del agua de lluvia. Se le suman a esto: cordones cuneta bloqueados por barro, alcantarillas tapadas con maleza, falta de control en lo que respecta a la conexión de los desagües pluviales a la red cloacal y más aún…
Clima alterado, más descuido de factores relevantes conllevan a que estas inundaciones se den con mayor frecuencia e intensidad…
Soluciones en las que se esté trabajando?
Preocupante no?