- A las 9:00 misa y luego en el IPM (Instituto Parroquial Mansilla) (organizador) se descubrió una placa recordatoria. Dirigió el acto, el Rector, Prof. Rubén Humoffe, hizo uso de la palabra el Apoderado Legal, Sr. Julio Dellagusttina, agradeció la Sra. María Inés Jacob, hermana de Humberto.
- A las 10:00, en la Cruz mayor del Cementerio local, y coordinado por el Salón “Añoranzas” y la Prof. Sandra Casanovas, se llevó a cabo otro acto para homenajear al desaparecido Historiador.
Dirigió el mismo el Prof. Rubén Darío Latorre, quien esbozó parte de la trayectoria de Jacob.
Se descubrió una placa.
Palabras de la Prof. María Inés Jacob, hermana de Humberto, quién manifestó, que lamentaba el los hechos poco felices por los cuales tuvo que pasar su hermano en sus últimos meses de vida.
Palabras de la Sra. María del Carmen González de Rossetti, quien prologó uno de los libros de Jacob.
Palabras de la Prof. Graciela Rubini, en la voz de la Sra Directora de la Esc. Nº8, Prof. Stella Barrera (se detallan más adelante)
Palabras del Concejal por la UCR, Horacio Casanova (se detallan a continuación)
Ofrenda floral
-Por la Tarde un grupo del Salón “Añoranzas”, se dirigió a la vecina ciudad de Lucas González, donde descansan los restos del Prof. Humberto A. Jacob, para dedicarle una ofrenda floral.
Palabras de la Prof. Graciela Rubini
No podíamos merecer, como mansillenses, mejor figura representativa de nuestra historia documentada, que la austeridad, la nobleza, el desinterés y la honestidad del que, con tanto rigor y empeño la escribió para siempre.
Humberto Jacob es el prócer contemporáneo, sin duda, al que se pretende ignorar o desconocer detrás de una indiferencia que nos repele y que no tiene más argumento que la ignorancia de los que la esgrimen.
Aquí vivió y se entregó, el hombre al que hoy conmemoramos.
El hombre al que debemos la historia de nuestro génesis; una vida consagrada al estudio, a la investigación, a colectar y guardar los vestigios de un pasado que, de no haber sido por él, se nos perdería.
Un hombre que rechazó todos los honores, cualquier reconocimiento, que sin ningún interés puso todo su esfuerzo al servicio de la educación y la cultura.
Esta placa que hoy destapamos pretende restañar el olvido, pretende decir que hay mansillenses que saben reconocer y honrar a quien fuera su historiador.
Pretende dejar para las generaciones futuras y para todo el que pase por este campo santo el testimonio de los que quisimos, respetamos y valoramos a Humberto Armando Jacob.
Graciela del Carmen Rubini
Gdor. Mansilla, 07 de Octubre de 2009
Humberto Jacob es el prócer contemporáneo, sin duda, al que se pretende ignorar o desconocer detrás de una indiferencia que nos repele y que no tiene más argumento que la ignorancia de los que la esgrimen.
Aquí vivió y se entregó, el hombre al que hoy conmemoramos.
El hombre al que debemos la historia de nuestro génesis; una vida consagrada al estudio, a la investigación, a colectar y guardar los vestigios de un pasado que, de no haber sido por él, se nos perdería.
Un hombre que rechazó todos los honores, cualquier reconocimiento, que sin ningún interés puso todo su esfuerzo al servicio de la educación y la cultura.
Esta placa que hoy destapamos pretende restañar el olvido, pretende decir que hay mansillenses que saben reconocer y honrar a quien fuera su historiador.
Pretende dejar para las generaciones futuras y para todo el que pase por este campo santo el testimonio de los que quisimos, respetamos y valoramos a Humberto Armando Jacob.
Graciela del Carmen Rubini
Gdor. Mansilla, 07 de Octubre de 2009
Palabras del concejal por la UCR y amigo personal, Horacio Casanovas
Estimado Humberto, A un año de tu desaparición física, tus ex alumnos, ex compañeros de trabajo y vecinos de este pueblo queremos rendirte este homenaje. Homenaje que seguramente vos no habrías aceptado, conociendo tu forma de ser y la humildad que siempre pusiste de manifiesto. Hoy aquí, al descubrir esta placa en reconocimiento a tu prolífica labor, no puedo más que expresar mi más profundo agradecimiento en nombre de todos los que te apreciamos. Creo particularmente que todos y cada uno de los hijos de Mansilla te debemos algo, aquellos que fuimos tus alumnos y que prácticamente crecimos a tu lado, no podemos soslayar tu magna labor como formador, los que tuvimos la suerte mas tarde, de trabajar a tu lado, olvidar tu sapiencia y por supuesto los que pudimos gozar de tu amistad no olvidaremos tu afabilidad, tu sencillez y tu honradez. Como vecinos de este pueblo te debemos el haberle dado identidad a nuestra localidad. Recordemos que allá por el año 1989, las autoridades Municipales de aquella época, confiando en tus trabajos de investigación, establecieron como fecha de fundación de Gobernador Mansilla, la del 21 de enero de 1890, acontecimiento este que sirvió para festejar su cumpleaños en tan distinguida fecha. Que puedo decir de tu vasta obra como historiador e investigador incansable sustentada de tu propio bolsillo. Nadie ignora, solo aquellos mezquinos, que a la hora de mostrar su intolerancia fueron tras de esa magna obra, menospreciándola, minimizándola. Pero claro, si algunos hace poco tiempo que viven aquí. No te conocieron, entonces mal pueden descubrir tu legado. A tal punto esto pudo ser posible que un mal día decidieron en forma inconsulta intervenir el museo, remover y en consecuencia, prescindir de tus valiosos servicios como Director “Ad Honorem” del Museo Histórico Regional. A vos que estuviste años trabajando sin cobrar un solo peso, a vos que lo único que pedías era vivir en ese lugar que querías tanto, rodeado de viejas cosas que atesorabas tanto, la vieja Estación de Ferrocarril. Hace poco más de un año a un ignoto funcionario municipal se le ocurrió que debías ser relevado de tu cargo. Porque nos preguntábamos y para que nos preguntamos hoy, si todo está como era entonces. En una sesión de Consejo Deliberante, junto a mis pares de bloque señalamos y advertimos sobre el atropello e injusticia del que eras objeto. Tanto el bloque oficialista como el ejecutivo municipal, hicieron caso omiso y sellaron así tu destino. Aquel día pedimos en un ultimo intento, se te reconozca tu paso e inapreciable actividad en este bendito pueblo nombrándote ciudadano ilustre del mismo, tampoco nos escucharon. Hace unos días en otra sesión de consejo, pedimos nota mediante, se te distinga como ciudadano ilustre “post mortem”, Por supuesto, se negaron y como un cachetada tuvimos que soportar que alguien preguntara en forma despectiva, cual había sido tu obra. Las palabras huelgan, que cada uno de nosotros saque sus propias conclusiones. Ya vendrán otros funcionarios con sensibilidad propia de los seres humanos y lograremos reivindicarte, por lo pronto seguiremos bregando por justicia y reconocimiento. Estimado Humberto, ya se que vos no querrías nada de eso, pero es un deber moral, de nosotros como amigos y vecinos, colocarte en el pedestal del que nunca debieron bajarte.
Gdor. Mansilla, 07 de octubre de 2009
